Cristo de Palafox



Anónimo, ¿?
Padres Carmelitas Descalzos
Toledo




Crucificado que fue propiedad del beato Juan de Palafox, obispo de Puebla de los Ángeles (Méjico), y posteriormente de Burgo de Osma. Tras su ordenación sacerdotal en 1629, el rey Felipe IV le encarga que acompañe a su hermana María, la cual iba a desposarse con el rey de Hungría. En este viaje por Europa, en la ciudad de Preten, en Alemania, es donde adquiere este crucificado, que representa para él un encuentro místico con la humanidad de Cristo. La talla, mutilada por los protestantes, sin piernas ni brazos, la manda reparar completándola con miembros de plata. La imagen llega a Toledo tras la muerte del beato, siendo legado al cardenal Baltasar Moscoso y Sandoval, quien a su vez lo donaría al convento de padres Carmelitas Descalzos. Durante la Cuaresma se le dedica un triduo en su honor, presidiendo también un vía crucis. La primera vez que salió en procesión a la calle fue en 2014, presidiendo el vía crucis de la Delegación de Hermandades y Cofradías. La talla se suele venerar en el altar mayor de la iglesia conventual de los Carmelitas Descalzos.

Bibliografía:

El beato Juan de Palafox y Mendoza. Varios autores. Ocho Editores. 2011. Soria.

El Cristo de Palafox presidirá el Vía Crucis Diocesano el 8 de marzo. Javier Guayerbas. La Tribuna de Toledo. 20 de enero de 2014 (aquí)

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