Cristo de los Doctrinos y paso de "El Calvario"
Cristo de los Doctrinos (Anónimo - s.XVII-s.XVIII), Virgen de la Amargura y San Juan (atribuidas a Pedro Hernández, s.XVII) y María Magdalena (anónimo, ¿?)
Ilustre Cofradía de la Santa Cruz del Redentor y de la
Purísima Concepción de la Virgen, su Madre
Purísima Concepción de la Virgen, su Madre
Salamanca
Crucificado cuya advocación original fue de la Fe, pero que por su relación con el colegio de Nuestra Señora de las Nieves o de los Niños de la Doctrina, asumió este apelativo. Los niños cantores de este colegio acompañaban a la cofradía ya desde 1615, siendo citados en las primeras ordenanzas de la procesión del Santo Entierro. Será en el siglo XVIII cuando se componga el paso de El Calvario, formado con las imágenes de la Virgen de la Soledad (rebautizada actualmente con la advocación de la Amargura) y san Juan, las cuales dejaron de procesionar el Viernes Santo en 1754, al ser sustituidos por la Virgen de los Dolores; y una imagen de María Magdalena. En 1976, el paso deja de desfilar por el mal estado del crucificado, siendo necesario cambiarle la cruz. En 1985, la cofradía decidió organizar una nueva procesión el Lunes Santo con el Cristo de los Doctrinos en solitario, incorporándose un segundo paso, la Virgen de la Amargura, en 1991, siendo cargado por un turno femenino. Actualmente, esta procesión hace estación de penitencia ante el Santísimo Sacramento en la S.I.B. Catedral. Tradicionalmente, solo el Cristo estaba expuesto al culto en la capilla, pero desde 2019, todo el grupo puede venerarse en el templo.
La cofradía se funda el 3 de mayo de 1506 en el monasterio de San Francisco, aunque sus orígenes se remontan al año 1240, con una llamada Hermandad de Penitencia de Cristo, la cual erigió una ermita y hospital. En 1527 se fusiona con la cofradía de la Purísima Concepción, advocación mariana que tomaría como titular y cuya imagen, obra de Gregorio Fernández de 1620, preside hoy el Altar Mayor de su capilla. La relevancia de la cofradía sería cada vez mayor, hasta el punto que el rey Felipe II en 1576 le otorgaría el privilegio de ser la única que pudiera organizar procesiones penitenciales en las calles de la ciudad de Salamanca. Hasta el siglo XVIII, la cofradía organizó diversos desfiles, comenzando el miércoles santo con la procesión de los nazarenos, con una imagen del Señor con la cruz a cuestas, devoción de la que nacería la Congregación de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y con la cual tendría diferentes pleitos. El Jueves Santo organizaba la procesión de disciplina, la más antigua de la corporación, sacando en este día La oración en el Huerto, Los azotes, La Caña y La Caída, incorporándose luego la Congregación de Jesús Nazareno con su nuevo paso. El Viernes Santo se organizaba el descendimiento de Cristo y la procesión del Santo Entierro. Las ordenanzas de 1615 nos hablan de un primer paso con la cruz y un título colgado de sus brazos donde aparecen los lemas "ubi est mors victoria tua" (donde está muerte tu victoria) y "era mors tua o mors" (muerte yo será tu muerte), con la muerte representada rendida a los pies de la cruz; Cristo Nuestro Bien en su Urna y la Virgen de la Soledad con san Juan. A lo largo de las siguientes décadas, se irán incorporando otras imágenes, como el Cristo de la Fe (posteriormente conocido como de los Doctrinos, y completado con el grupo de El Calvario) o la sustitución de la Virgen de la Soledad por la Dolorosa en 1754. Finalmente el Domingo de Resurrección con los actuales pasos (Lignum Crucis, Sepulcro abierto con las Marías, Cristo Resucitado y Virgen de la Alegría), además de uno alegórico que representaba al demonio encadenado. A todas estas procesiones, hay que sumarle, el papel destacado de la cofradía en el Corpus Christi y la procesión de gloria el 3 de mayo, festividad de la invención de la Cruz, en la que participaban las imágenes de santa Elena, Lignum Crucis y Nuestra Señora. En 1805, el Consejo de Castilla acordó unificar las procesiones de Madrid en una sola, decisión que será imitada en otras ciudades. En Salamanca, el obispo Antonio Tavira y Almazán, decretará también la unificación de las procesiones en 1806, celebrándose únicamente la del Viernes Santo, incorporando las imágenes del resto de desfiles a la misma, y participando también la Congregación de Jesús Nazareno. A lo largo del siglo XIX, se unirá a esta procesión la Congregación de Jesús Rescatado y de Nuestra Señora de las Angustias, y de 1890 a 1904, la hermandad de la Soledad, que abandonará la procesión general para organizar su propio desfile en la noche mismo Viernes Santo. El siglo XX trajo muchos avatares a la cofradía y a la Semana Santa salmantina, con la organización de nuevas procesiones y la fundación de nuevas cofradías, como la de la Oración en el Huerto de los Olivos, tomando por titular el paso homónimo de la Vera Cruz, así como la fundación de la Junta Permanente de la Semana Santa, que se ocupará de organizar varios de los actos de la cofradía, ante la imposibilidad de realizarlo por sí misma, y recuperar el Descendimiento, que se celebrará en diferentes lugares de la ciudad como la Plaza Mayor o el Patio Chico. También será significativo para la vida de la cofradía, la llegada en 1952 de las religiosas Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada Concepción, que se asentarán en las antiguas dependencias de la cofradía, compartiendo la capilla hasta el año 2017, cuando el instituto decidió cerrar la casa de Salamanca. En 1985, la cofradía decide organizar un nuevo desfile el Lunes Santo, protagonizándolo el Cristo de los Doctrinos, e incorporándose en 1991, la antigua Virgen de la Soledad, ahora con la advocación de la Amargura. Desde 2006, la Vera Cruz plantea recuperar la organización de sus actos y disolver la procesión general, desfilando en solitario con sus pasos. No será hasta 2014 cuando las diferentes cofradías que integraban el Santo Entierro (El Huerto, Nazareno, Jesús Rescatado y la Vera Cruz), desfilen en solitario en la tarde del Viernes Santo. La Vera Cruz además de recuperar la organización del Descendimiento, lo comenzará a celebrar en el humilladero enfrente de su ermita, y procediendo posteriormente con la procesión del Santo Entierro, recuperando así su primitivo sentido.
La Vera Cruz organiza a día de hoy diversos actos a lo largo de la Semana Santa. El Viernes de Dolores organiza el rezo y procesión popular del Vía Matrix con Ntra. Señora de los Dolores. El Lunes Santo, la procesión con el Cristo de los Doctrinos y la Virgen de la Amargura. El Viernes Santo se celebra el Descendimiento con Cristo Nuestro Bien, seguido de la procesión del Santo Entierro, desfilando con los pasos de la Flagelación del Salvador, el Balcón de Pilatos (La Caña), Ntro. Padre Jesús con la Cruz a cuestas (Nazareno chico), La Caída de Jesús con la Cruz o La Verónica, El Calvario, el Santo Sepulcro y Ntra. Señora de los Dolores. En estas dos procesiones, los cofrades visten túnica blanca y capirote y capa azul, recordando estos colores a la titular de la corporación: la Inmaculada Concepción. El Domingo de Resurrección desfila con Jesús Resucitado, Ntra. Señora de la Alegría, Lignum Crucis y el Sepulcro Abierto con las Marías, desfilando los hermanos sin capirote ni capa, acompañando la túnica blanca con una esclavina azul.
La Vera Cruz organiza a día de hoy diversos actos a lo largo de la Semana Santa. El Viernes de Dolores organiza el rezo y procesión popular del Vía Matrix con Ntra. Señora de los Dolores. El Lunes Santo, la procesión con el Cristo de los Doctrinos y la Virgen de la Amargura. El Viernes Santo se celebra el Descendimiento con Cristo Nuestro Bien, seguido de la procesión del Santo Entierro, desfilando con los pasos de la Flagelación del Salvador, el Balcón de Pilatos (La Caña), Ntro. Padre Jesús con la Cruz a cuestas (Nazareno chico), La Caída de Jesús con la Cruz o La Verónica, El Calvario, el Santo Sepulcro y Ntra. Señora de los Dolores. En estas dos procesiones, los cofrades visten túnica blanca y capirote y capa azul, recordando estos colores a la titular de la corporación: la Inmaculada Concepción. El Domingo de Resurrección desfila con Jesús Resucitado, Ntra. Señora de la Alegría, Lignum Crucis y el Sepulcro Abierto con las Marías, desfilando los hermanos sin capirote ni capa, acompañando la túnica blanca con una esclavina azul.
Bibliografía:
Semana Santa en Salamanca. Arte y cultura en la Semana Santa salmantina. Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes, 2014.
Semana Santa salmantina. Historia y guía ilustrada. Francisco Javier Blázquez y Luis Monzón. 1992. Amarú.
La ermita de la Vera Cruz de Salamanaca. Francisco Morales Izquierdo. Centro de Estudios Salmantinos. 2007.
Procesión del Santo Entierro (Salamanca). Wikipedia (aquí).
Comentarios
Publicar un comentario