Beato Martín Cid




En el monasterio de Bellafuente (después Valparaíso), en el reino de
León, beato Martín, apellidado Cid, que fundó este cenobio y lo agregó a la
Orden Cisterciense (1152) Martilorogio romano


Santo nacido en la ciudad de Zamora en el siglo XII, descendiente de la familia que habitó la conocida casa del Cid o de Arias Gonzalo, junto a la Catedral. Fue ordenado sacerdote en 1125, retirándose a una cueva a unos 20 km de Zamora, camino de la vecina ciudad de Salamanca, tras la muerte de sus padres. Las cercanías del pueblo de Peleas de Arriba era un eremitorio habitado desde hacía años, y Martín Cid lo convirtió primero en un albergue y hospital, y después en un cenobio cisterciense, fundado con cuatro monjes enviados por san Bernardo de Claraval. En 1143, el rey Alfonso VII concedió un privilegio real al cenobio, con diversos pueblos, terrenos y tributos. El beato fue el abad del monasterio, conocido como Bellafonte y después Valparaíso, durante nueve años, muriendo el 7 de octubre de 1152, fecha en la que se celebra su memoria. El cenobio fue uno de los más famosos del reino, después honrado con el nacimiento en sus cercanías del rey Fernando III, el Santo. Las reliquias del beato fueron pronto trasladadas a una capilla, extendiéndose su culto en toda la orden y en la diócesis zamorana. En 1835, tras el cierre del monasterio con motivo de su desamortización, el cabildo de la Catedral solicitó el traslado de sus restos al primer templo de la diócesis, siendo recibidos en la ciudad el 29 de octubre de dicho año, siendo depositados en la capilla de San Nicolás, y posteriormente en el claustro y en la capilla del Cardenal. El 11 de mayo de 1980, fueron finalmente entronizados en el convento de la Ascensión del Señor, de monjas benedictinas. Aunque se le sigue citando como san Martín Cid, incluido el calendario litúrgico nacional, el martirologio romano lo cita como beato.

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