Niño de las Lágrimas




Ilustrísimo Cabildo de la S.I. Catedral 
Zamora


Pequeña imagen del Niño Jesús, venerado desde antiguo por las monjas concepcionistas en su convento, el cual tuvo que cerrarse en el año 2008, pasando todos sus bienes al Obispado de Zamora. La imagen del Niño Jesús de Carne o de las Lágrimas, fue trasladado a la Catedral, donde se puede venerar en una vitrina, al lado del altar del Cristo de la Cruz de Carne. La imagen está vinculada con Fausta Isabel María Navarro, nacida en Barcelona el 22 de abril de 1704. Esta mujer fue profundamente piadosa, teniendo diferentes episodios místicos, en uno de los cuales, en la noche del 24 al 25 de marzo de 1731, recibió de un ángel esta imagen del Niño Jesús. Siempre que tenía una visión sobre esta imagen y su futuro, estaba vinculado al convento de las Concepcionistas de Zamora, aunque ella no conocía la ciudad ni dicho convento. A pesar de sus deseos de ser religiosa, se casó, teniéndose posteriormente que trasladar a Zamora, donde por fin pudo conocer el convento. A la muerte de su marido, solicitó ingresar en el mismo, tomando el hábito concepcionista. El milagro del Niño de las Lágrimas, del cual toma el nombre, consiste en que una hermana novicia le sustrajo esta pequeña imagen para ser impuesta sobre una hermana enferma. La imagen se perdió, cayendo entre la ropa sucia. Cuando sor María Isabel de la Encarnación (su nombre de religiosa) fue a buscar la imagen, no la encontró, buscándola por todo el convento. Fue cuando escuchó el llanto de un niño, resultando ser la imagen quién lloraba. Considerando milagroso este hecho, se difundió la noticia por la ciudad, solicitando el pueblo poder venerar la imagen, entronizándose en el coro del convento. A día de hoy se sigue venerando la imagen del Niño Jesús de las Lágrimas todos los 1 de enero, actualmente en la Catedral.

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