Santa Teresa y el convento de San José de Ávila
Con motivo del 450 aniversario de la fundación del convento de San José de Ávila, están teniendo lugar diversos actos culturales y religiosos. Entre ellos, destacará la procesión del 19 de agosto, día en el cual se trasladará la imagen de santa Teresa desde su iglesia (de los padres Carmelitas) hasta el Convento de San José. Los días 21, 22 y 23 de agosto tendrá lugar un triduo de acción de gracias, finalizando con una solemne Eucaristía el día 24, con procesión de retorno hasta la iglesia de la Santa.
Teresa de Cepeda y Ahumada nace el 28 de marzo de 1515 en Ávila, entrando en el Carmelo a los 18 años, en el gran monasterio de la Encarnación. Durante los siguientes veinte años vive como una monja más y será a partir de los 45 cuando vive su propia conversión acompañada de visiones y éxtasis, que culminarán con la transverberación de su corazón.
La reforma de la Orden Carmelita se inicia con el pequeño convento de San José, siendo su fundadora la madre Teresa. Varias experiencias místicas, acontecimientos históricos, realidades sociales, jurídicas...etc., confluirán en esta fundación, que marca un antes y después no solo en la Orden sino también en la vida de la Iglesia y de la misma España. Teresa vivía en el monasterio de la Encarnación, un gran convento de casi 200 monjas, regidas por una reglas mitigadas por diversos papas, debido a la dureza de la vida primera de esta orden. Teresa se sentía cómoda en este convento y reconocía la santidad de sus hermanas, pero sentía que Dios la llamada a una mayor perfección.
"Toda mi ansia era, y áun es, que, pues tiene tantos enemigos y tan pocos amigos, que esos fuesen buenos; así determiné a hacer eso poquito que yo puedo y es en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda la perfección que yo pudiese, y procurar estas poquitas que están aquí hiciesen lo mismo" Las Fundaciones, santa Teresa de Jesús.
Desde el verano de 1560, comienza a fraguarse la idea de un nuevo convento, que siguiendo la idea original del Carmelo, renunciara a ciertas mitigaciones. Felipe II había pedido a los conventos y monasterios españoles que rezasen de manera particular por los sucesos que estaban ocurriendo en Francia, vinculados a la herejía protestante. Este tema era conocido por las monjas, y de ello hablaban en los diversos tiempos de recreación:
"Las monjas comentan si podrían ayudar. Oyen con placer la palabra de doña Teresa. A ella le vuela el pensamiento hacia los orígenes del Carmelo, cuando la orden vivió el rigor de la regla primitiva, luego suavizada con permiso de los papas. Doña Teresa explica que siente deseos "de mayor perfección"; hasta le da cierta envidia el monasterios de las Descalzas Reales recién fundado en Madrid por la infanta doña Juana, en el cual dicen practica la oración y austeridad un pequeño número de monjas; sin el alboroto y relajacion de estas casas grandísimas donde habita una muchedumbre.
Justo entonces la propuesta "infantil" de María de Ocampo ha caído en medio de la pequeña tertulia:
- Señora tía, podríamos fundar un monasterio pequeñito..." Teresa de Jesús, José María Javierre.
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"Estaba muy malquista en todo mi monasterio, porque quería hacer monasterio más encerrado. Decían que las afrentaba, que allí podía también servir a Dios, pues había otras mejor que yo; que no tenía amor a la casa; que mejor era procurar renta para ella que para otra parte. Unas decían que me echasen a la cárcel; otras, bien pocas, tornaban algo de mí. Yo bien veía que en muchas cosas tenían razón..."

El último escollo será la orden del provincial de asistir en Toledo a doña Luisa de la Cerda, quién acaba de perder a su marido y quiere el acompañamiento espiritual de Teresa. Así, tiene que dejar Ávila con el convento a medio fundar, aunque la amistad con esta mujer noble será muy importante en años venideros. Cuando vuelve, aprovechando el revuelo de las elecciones a priora en la Encarnación, dirige los últimos retoques del edifico del nuevo convento y consigue la autorización del obispo de Ávila, alcanzado la última etapa de la fundación de San José.
En el mes de agosto de 1562, se inician los últimos preparativos que desembocarán en la fundación de San José el día 24, memoria litúrgica de san Bartolomé. Las cuatro primeras novicias de San José serán María, Úrsula, Antonia y María de Paz, siendo la fundadora la madre Teresa, todavía monja de la Encarnación. En la mañana de dicho día, sonará la pequeña campana que han comprado, que teniendo un defecto ha sido más barata, y que todavía hoy se conserva con el agujero malformado de su fundición. A primera hora se celebrará la Misa, y por la tarde, el obispo las visitó.
Tras la fundación, Teresa sufrió diversas persecuciones. El mismo 24 de agosto, fue llamada a su monasterio, teniendo que abandonar San José y exponiéndose a las recriminaciones de su priora y de sus hermanas. Cuando fue llamada y se le pidió explicaciones, con la acusación de haber afrentado a su monasterio, fue tan sincera y humilde, que esperando la cárcel, la priora, sorprendida por la rápida obediencia y la disposición de Teresa, fue enviada a su celda sin ningún castigo. Igualmente, el concejo de Ávila pretendió desmantelar el convento, iniciando un pleito civil todavía no resuelto, y que de manera simbólica hallará solución con motivo de esta efeméride con un pleno extraordinario del Ayuntamiento, con firma de acuerdo entre las partes.
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Santa Teresa morirá siendo la priora del convento de San José. De su Casa, escribirá en una de sus obras:
"Cinco años después de la fundación de San José de Ávila estuve en él, que, a lo que ahora entiendo, me parece serán los más descansados de mi vida, cuyo sosiego y quietud echa harto menos muchas veces mi alma". Las Fundaciones. Teresa de Jesús.
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