Según una antigua tradición, la primitiva talla de Santa María la Real de la Almudena se remontaría a la era apostólica. Su advocación procede del árabe, haciendo referencia a la almudayna donde se encontró la imagen, es decir, un edificio defensivo en la muralla o castillo. Tras ser conquistada la ciudad por Alfonso VI, y conociendo que había una antigua imagen de la Virgen escondida tras la invasión islámica de la península en algún lugar de la villa, se organizó una rogativa el 9 de noviembre de 1085, y al pasar por la almudayna, se abrió el muro dejando al descubierto la talla escoltada por dos cirios encendidos. La actual imagen sería tallada entre los siglos XV y XVI, atribuyéndolo algunos estudiosos a Diego Copín de Toledo. En torno al siglo XVII, se tiene constancia de que era revestida, aunque en 1890, el beato Ciriaco Sancha, obispo de Madrid, ordenó que saliera sin vestidos en la procesión del Corpus Christi. El 8 de septiembre de 1646, los regidores de la villa ha