Virgen de la Hiniesta



Anónimo, s.XIII
Parroquia de Santa María la Real de la Hiniesta
La Hiniesta (Zamora)



Talla románica venerada como la Patrona de la Tierra del Pan, además de protagonista de una de las Romerías más antiguas de España. La imagen aparece sobrevestida al modelo barroco, ocultando sus líneas románicas, siendo una imagen de la Virgen sentada sobre un trono con el Niño en su regazo. Según consta en diversos documentos antiguos, originariamente la Virgen podría tener la tez morena, siendo una de las vírgenes negras originales de la Península Ibérica. Recibe culto en el retablo del Altar Mayor de la Iglesia consagrada a su advocación, templo que nos muestra una portada gótica. La leyenda dice que fue encontrada en 1290 entre hiniestas (arbustos) por el Rey Sancho IV cuando iba de cacería, siendo trasladada a la ciudad y siendo depositada en la Iglesia de San Antolín, donde se veneraba a la Patrona de Zamora, la Stma. Virgen de San Antolín, posteriormente conocida como la de la Concha. El Lunes de Pentecostés se trasladó a la Virgen de la Hiniesta de Zamora a su lugar de hallazgo, donde se habría levantado un templo, primera romería presidida por los mismos reyes, en la cual seguramente participó todos los estamentos de la ciudad y probablemente otras imágenes. La crítica histórica ha demostrado que el pueblo de La Hiniesta ya existía en el s.XIII, incluso con el mismo nombre, y que también había un templo en dicho pueblo. Así pues se trataría de entronizar la imagen en una iglesia que se reconstruiría o se engrandecería, siendo bendecidas las nuevas obras en el trascurso de dicho Lunes de Pentecostés, rito del cual queda constancia al mantenerse la procesión alrededor del templo a la llegada de la romería. El rey Sancho IV estableció un privilegio para sus habitantes, los cuales los impuestos que pagaban iban destinados al mantenimiento del templo, cedido al Cabildo de la S.I. Catedral, costumbre que se mantuvo hasta el s.XIX, todo ello justificado al ser un templo de fundación real. Al año siguiente, al celebrarse la solemnidad de San Marcos y constando como obligación litúrgica la de peregrinar cada comunidad parroquial a otro templo, los vecinos de la Hiniesta decidieron asistir a la Iglesia de San Antolín, donde se invitó a la Cofradía de la Virgen de la Concha a volver el siguiente Lunes de Pentecostés al pueblo.

La Virgen de la Hiniesta fue una de las grandes devociones de toda la comarca y de la propia ciudad, a la cual acudía en rogativa cada vez que así lo precisaban los sexmeros, representantes de las comarcas del Pan, el Vino y Sayago, con el permiso del Concejo de la capital y del Cabildo de la Catedral, presidiendo la llamada Procesión de las Imágenes junto a la Virgen del Viso. Esta costumbre fue prohibida en el siglo XVIII. Su vinculación con la Casa Real fue también importante, resaltando, además de la confirmación de sus privilegios por diversos reyes hasta el s.XIX, la visita realizada por Felipe III en 19 de febrero de 1602. La última vez que la Virgen de la Hiniesta regresó a la ciudad de Zamora fue con motivo de la coronación canónica de Ntra. Señora de la Concha en diciembre de 1992, aunque durante la exposición de las Edades del Hombre en 2001 fue expuesta en la S.I. Catedral.

Sobre las procesiones extraordinarias que ha protagonizado, la mayor parte han sido en su venida a Zamora en la llamada Procesión de las Imágenes, compartiendo protagonismo con la Virgen del Viso. De las que tenemos constancia, citamos las siguientes:


En 1593, debido a la sequía, conocida por el milagro que curó a una niña tullida. 
En 1598, en abril, conocida por la cura milagrosa de un enfermo en el hospital de Sotelo de Zamora. 
En 1602, conocida por la curación de una pierna de un jinete caído de su caballo. 
El 1612, el 13 de mayo, registrada por el efecto inmediato al caer un importante aguacero cuando las imágenes entraban en la Plaza Mayor, acto presenciado por un arzobispo y varios obispos. 
En 1620, convocada por la sequía. 
En 1628, registrándose durante la procesión la caída de la Virgen del Viso desde su carro.
En 1650, convocada por la plaga de langosta.
En 1679, el 28 de mayo, llegan las imágenes a Zamora con motivo de la hambruna.
En 1680, convocada de nuevo por la sequía.
En 1700, rogativa por la falta de agua.
En 1703, nuevamente se trajeron las imágenes a la ciudad.
En 1713, rogativa por el estado de los campos y la plaga de langosta.
En 1720, 1723, 1726, 1734, 1737, 1738, 1739, 1742, 1743, 1744, 1750, 1751, 1752, 1753 y 1754 los procuradores solicitan la rogativa por la escasez de agua.
En 1757, 1764, 1767, 1772 se realiza la rogativa de las imágenes pero desconocemos la causa.
En 1773, se convocará la última rogativa de las imágenes.
En 1990, el 2 de agosto, en conmemoración del VII centenario de su aparición, recorriendo las calles de su pueblo junto a la Virgen de la Concha.
En 1992, el 6 de diciembre, vuelve a la ciudad de Zamora, para participar en la coronación canónica de la Virgen de la Concha, que tendrá lugar el 8 de diciembre, en la que participará en la solemne procesión jubilar.






Otras entradas:

La Procesión de las Imágenes (aquí)

25 - 04 - 2010 REPORTAJE: Rogativa de San Marcos (aquí)
24 - 05 - 2010 REPORTAJE: Romería de la Virgen de la Concha a La Hiniesta (I y II)
20 - 05 - 2013 REPORTAJE: Romería de la Virgen de la Concha a La Hiniesta (aquí)

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